Viajar con Mundo HR por México, Perú, Chile, Buenos Aires y otras ciudades no solo nos permitió grabar grandes entrevistas: fue una escuela de liderazgo en tiempo real. Porque liderar, aprendí, también es saber escuchar, adaptarse y contar buenas historias.
Cada vez que anunciamos una nueva entrevista o mostramos una locación distinta, detrás hay mucho más que una buena producción. Hay vuelos con escalas eternas, equipos que cargan cámaras por calles que no conocen, agendas que cambian sobre la marcha, y sobre todo: conversaciones que transforman.
Desde que arrancamos con Mundo HR, tuvimos una idea fija: llevar las voces del talento humano a un nuevo lugar. Pero hacerlo en distintos países nos empujó a algo más profundo. Nos obligó a salir de lo que conocíamos, a entender otras culturas, otros ritmos, otras formas de hablar de lo mismo: las personas en el trabajo.
Y en ese recorrido, aprendimos algo clave: los mejores líderes no son los que más hablan, sino los que mejor escuchan.
En cada ciudad a la que fuimos, encontramos una agenda común: bienestar, transformación cultural, impacto social, nuevas generaciones que desafían lo establecido. Pero también vimos matices que hacen a cada país único. En México, por ejemplo, se habla de liderazgo con un fuerte enfoque en comunidad. En Perú, la resiliencia y la innovación están muy presentes. En Chile, se respira una mirada muy crítica y estratégica del futuro del trabajo. Y en Argentina, como siempre, aparece esa mezcla de pasión, caos y creatividad que nos define.
Hablar con líderes de distintos países no solo nos dio contenido: nos cambió la forma de mirar el liderazgo.
Nos mostró que no hay una fórmula, pero sí hay un hilo conductor: liderar hoy es saber adaptarse, estar presente y no tener miedo de mostrar lo humano.
A veces se piensa que crear contenido es una tarea de comunicación, de marketing. Pero para nosotros fue una herramienta de liderazgo. Porque cada entrevista que hicimos, cada historia que contamos, tuvo el objetivo de abrir una conversación más grande. Una que cruce fronteras, que desafíe moldes, que nos haga pensar distinto.
Liderar un proyecto como Mundo HR en la región me enseñó que emprender no es solo tener una idea, es sostenerla en el tiempo, escuchar al equipo, reinventarse con cada paso.
Y sobre todo, que si algo nos une como comunidad de HR en Latinoamérica, es esta certeza: lo humano está en el centro.
Y ahí es donde tienen que estar también nuestras historias.