En 2021 Argentina ratifica el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo que reconoce el derecho de toda persona a un entorno laboral libre de violencia y acoso, incluyendo la violencia de género. Desde MSN Consultorías queremos compartirles nuestro compromiso con el mismo como forma de construir un mundo de trabajo libre de discriminación, acoso y violencia en el ámbito laboral.
En junio hace 3 años que entra en vigencia en Uruguay el Convenio 190, siendo nuestro país el primero en ratificarlo en la Ley N° 19.849. El mismo es categórico afirmando que las situaciones de violencia y acoso en el trabajo afectan la dignidad y la salud psicológica, física y sexual. Asimismo, obstaculizan el acceso al mercado de trabajo, permanencia y progreso profesional. Por lo que la violencia y el acoso son factores de riesgo psicosocial e incompatibles con la promoción de empresas sostenibles y afectan negativamente a las organizaciones, especialmente la reputación y la productividad.
Según la OIT, en un informe previo al Convenio 190, la violencia en el ámbito laboral ha aumentado tanto en cantidad de casos como en intensidad, alcanzando niveles preocupantes. Estas conductas violentas tienen consecuencias devastadoras tanto para las personas como para las organizaciones, lo que subraya la necesidad de abordarlas de manera urgente.
Para continuar, importa definir qué entendemos por violencia laboral desde una perspectiva de género. Según la Ley N° 19.580, se refiere a todo acto de violencia ejercida en el contexto laboral que obstaculiza, en este caso, el acceso de las mujeres al trabajo, el ascenso o estabilidad. Como ejemplos se pueden mencionar: el acoso moral y el sexual, la exigencia de requisitos sobre el estado civil, la edad, la apariencia física, la solicitud de resultados de exámenes de laboratorios clínicos, fuera de lo establecido en los marcos legales aplicables, o la disminución del salario correspondiente a la tarea ejercida por el hecho de ser mujer.
Según los datos de Harvard Business Review 2018, dos tercios de las mujeres declaran vivir a diario microagresiones en su lugar de trabajo. Mientras que cerca del 18% de mujeres manifiestan haber vivido en Uruguay, situaciones de violencia basada en género en el ámbito laboral a lo largo de la vida según la Segunda Encuesta nacional de prevalencia sobre violencia basada en género y generaciones.
El Convenio 190, es el primer tratado internacional que reconoce el derecho de todas las personas a un mundo de trabajo libre de violencia y acoso. En él, se establece un marco común para promover espacios seguros de trabajo para todas las personas definiendo además acciones específicas para poder abordar y prevenir toda práctica o comportamiento que tengan por objeto causar daño físico, psicológico, sexual o económico.
El Convenio además, incluye un enfoque sensible a la perspectiva de género, reconociendo que la violencia y el acoso en el espacio laboral afecta de manera desproporcionada a las mujeres y a otras personas por razones de identidad de género y orientación sexual.
En la región, a pesar de los avances en materia legal, persisten patrones de violencia naturalizados hacia las personas, especialmente hacia las mujeres y otros grupos poblacionales, como la población LGBT
La violencia laboral se manifiesta de diversas formas, y entre las acciones más frecuentes se encuentran:
⦁ evaluaciones de trabajo con críticas injustas y con control excesivo
⦁ en la distribución de tareas: retiro, sobrecarga, o falta total de tareas, asignación constante de nuevas y/o inadaptadas al nivel de competencia
⦁ chantaje o imposición de cambios de puesto, cambios en instrumentos de trabajo, discriminación en vacaciones, horarios, carga laboral y formación en la gestión de la carrera laboral
⦁ deformación u ocultación de información, sabotaje y desprestigio en la comunicación profesional
⦁ comportamientos delictivos como incumplimiento de derechos laborales (no autorización para exámenes que cuentan con días de licencias especiales como el PAP, Mamografía, prostático) y sustracción de documentos personales
⦁ burlas, comentarios y desprestigio personal
Todos estos factores afectan negativamente el ambiente laboral y el bienestar de los equipos de trabajo.
Asimismo, la violencia laboral puede manifestarse tanto de manera vertical como horizontal. La violencia vertical ocurre cuando hay un abuso de poder en la jerarquía laboral. Mientras que la violencia horizontal es aquella que se da entre compañeros y compañeras de trabajo del mismo nivel jerárquico. Un tercer tipo de violencia es la llamada dinámica o por terceros que es la perpetrada por personas ajenas a la organización.
La violencia laboral también se puede manifestar de manera física, sexual, psicológica o emocional y mediante persecusión virtual o ciberacoso. La violencia física involucra agresiones corporales y amenazas de daño físico. La violencia sexual incluye comportamiento de naturaleza sexual realizado por persona de igual o distinto sexo, no deseado por la persona a la que va dirigido, cuyo rechazo le produzca o amenace con producirle un perjuicio en su situación laboral, o que cree un ambiente de trabajo intimidatorio, hostil o humillante para quien lo recibe.
La violencia psicológica se refiere a situaciones donde se ejerce maltrato verbal o modal, de forma alternada, contínua, recurrente y/o sostenida en el tiempo. La persecución virtual, o ciberacoso, implica el uso de medios digitales para hostigar, intimidar o amenazar, como el envío de mensajes ofensivos o la difusión de información falsa o privada.
Como consecuencias estas prácticas violentas pueden causar grandes daños en las personas.
A nivel psicológico, las personas puede presentar niveles de estrés, angustia, vergüenza, agotamiento, trastornos cognitivos, depresión, trastornos del sueño, riesgo de suicidio, entre otros.
A nivel físico, se pueden presentar dolores de cabeza, problemas digestivos y enfermedades cardiovasculares, entre otras patologías.
También puede afectar en los vínculos personales así como en la organización por incremento de ausentismo, licencia por enfermedad, aumento de renuncias, entre otras.
Como organización es fundamental:
⦁ Implementar protocolos de acción para prevenir, registrar, evaluar y desarrollar procedimientos que aborden las situaciones y apoyen a las personas afectadas.
⦁ Fortalecer la comunicación mediante la difusión de información relevante y la capacitación contínua, así como realizar actividades formativas de manera contínua son prácticas esenciales para desnaturalizar la violencia en el ámbito laboral.
Cuando queremos desnaturalizar formas de violencia que están legitimadas en las organizaciones recomendamos las siguientes claves para la transformación:
⦁ Escuchar nuestros diálogos de forma diferente, buscando con nuestra lupa poner en evidencia estas situaciones
⦁ Comprender que la violencia y el acoso están vigentes hoy en las organizaciones
⦁ Nombrar lo que sucede, tenemos derecho a reclamar un trato justo porque la violencia nos genera consecuencias
⦁ Hacer visibles las situaciones de machismo cotidianas y su vínculo con otras formas de violencia
⦁ Apelar a empatizar, incomodarnos, usar nuestro enojo e indignación para cambiar, rompiendo el silencio y acompañando a quienes vivan estas situaciones
Para tomar acción creemos fundamental que las organizaciones comuniquen un mensaje de tolerancia cero hacia toda forma de comportamiento que atente contra la diversidad, equidad e inclusión
Además les proponemos desarrollar instancias para la sensibilización de forma contínua en las organizaciones.
Es clave construir mecanismos para prevenir, actuar, investigar y sancionar como los protocolos que recomienda el marco normativo uruguayo.
Facilitar una estrategia para comunicar los diferentes canales de denuncia, además de poder denunciar en la empresa también es posible hacerlo en la Inspección General del Trabajo y de la Seguridad Social del MTSS.
Relevar datos sobre las denuncias, considerando las razones, el género de denunciantes y denunciado, entre otros.
Por último, les invitamos a incomodarnos, y hacernos preguntas desde la empatía
Desde MSN Consultorías les compartimos algunas de nuestras propuestas para acompañarles en la mejora del clima laboral de las organizaciones: