Como muchos otros líderes en empresas e instituciones, vivo a diario rodeado de los ángeles y demonios que acompañan a la inteligencia artificial. Reconozco que lidiar con ellos, encabezando una agencia creativa como Wave Brands, es una experiencia fascinante, pero a la vez llena de desafíos, no siempre disfrutables. Acompañar al equipo en la transición a incorporar nuevas herramientas y adaptar los viejos procesos tallados en piedra, implica un proceso de evolución paulatino y de acompañamiento que tiene que contemplar las características de cada persona para impulsarla a ese cambio de la manera más virtuosa posible. Esta experiencia no es única; es compartida por profesionales de todo el mundo en diversos campos al intentar integrar nuevas tecnologías en sus operaciones. Cada día es un aprendizaje, y a pesar de los desafíos, es imposible ignorar el potencial transformador de la IA. En este artículo, quiero compartir algunas reflexiones y estrategias que nos pueden ayudar a navegar mejor este nuevo panorama tecnológico.
1. Romanticismo vs. Innovación.
Definitivamente es romántico aferrarnos al encanto del pasado, de las técnicas tradicionales, creyendo que son la única forma de generar conexiones auténticas y emocionales entre marcas y personas. Sin embargo, la historia nos muestra que la evolución tecnológica ha traído mayoritariamente impactos positivos. Steven Pinker en su libro “En defensa de la ilustración” destaca cómo la humanidad ha progresado gracias la razón y el humanismo en la adopción de nuevas herramientas. Definitivamente existen avances que tuvieron impacto negativo, pero en rasgos generales, siempre fue evolución. Es claro al pensar que hace muchas décadas que una persona ya no muere por un dolor de muelas, entre muchos otros ejemplos.
Aceptar la inteligencia artificial en nuestros procesos no es renunciar a la humanidad de nuestro trabajo, sino expandir nuestras posibilidades y eficiencia. ¿Cuánta conciencia real tenemos de la transformación que puede tener la IA en nuestro proceso creativo?
Si no estamos en contacto con la IA todos los días de nuestras vidas, estamos ante una clara crónica de un final anunciado.
2. Resistencia y proceso de adopción
"Vísteme despacio que estoy apurado". Este refrán encapsula tal cual la paradoja que enfrentamos al implementar la inteligencia artificial en nuestras operaciones diarias.Resulta natural que encontremos desafíos vinculados a la transformación que va a realizar el equipo hasta llegar al punto de adopción de nuevas herramientas y para reescribir esos procesos que parecían estar tallados en piedra. Es crucial entender este fenómeno como una inversión inicial de tiempo y recursos que, aunque pueda parecer difícil al principio, asegura una evolución significativa en eficiencia y calidad.
3. Ampliando capacidades personales
La inteligencia artificial no reemplaza nuestra creatividad; la enriquece. Actúa como un asistente de pensamiento, ayudando a superar el bloqueo creativo y expandiendo nuestras opciones de diseño y conceptualización. El 23 de febrero, a solo dos días de haberme convertido en padre de Rufina, tuve una conversación presencial con Ale Gutiérrez, líder de la unidad de servicios de comunicación en Wave Brands. Hablamos de paternidad e inteligencia artificial. Esa noche, cerca de las 22hs, Ale me envió un mensaje que decía: "Despertaste a un monstruo eeeh". Inicialmente, no supe si se refería a la paternidad o a la IA, hasta que recibí una captura de pantalla suya claramente investigando herramientas de IA. Es en esos momentos, a veces individuales o colectivos, que hacemos un clic. Muchas veces, somos nosotros, los líderes de equipos, los encargados de acompañar este "clic" en las personas, encontrando herramientas o ejemplos concretos que les resulten atractivos y divertidos, para luego pensar en términos de eficacia profesional. ¿Somos conscientes del impacto de nuestra orientación y motivación? ¿De lo simple y accionable que debe ser el mensaje?
4. Siempre Invitando a la IA a la Mesa
Es real que no siempre el resultado de la IA es positivo de inmediato. Es clave entender que no hablamos de una bala de plata. Estas herramientas pueden sacar a relucir tanto resultados positivos como negativos. Y acá es donde requerimos del superpoder de saber lidiar con la frustración y perseverar. Es un entrenamiento constante.
Escuché más de una vez hablar de miedos a la dependencia de la AI. Y ahí es donde recuerdo, en algún momento de mi vida, haberme preocupado por depender del GPS y perder la capacidad de recordar calles y rutas. Hoy está 100% incorporado y el romanticismo de aprenderse un mapa es totalmente aplastado por la comodidad de prender el Waze y disfrutar de escuchar música, charlar o aprender cosas más importantes que calles escuchando un audiolibro.
Ante la duda, siempre debemos invitar la IA a nuestra mesa de trabajo, conocer las herramientas disponibles, probar. La IA funciona mejor con un ser humano en el loop, y te aseguro que vos queres ser ese ser humano.
En Wave Brands, continuamos trabajando para que la IA sea parte de todo proceso, que esté siempre sobre la mesa, que sea parte de nuestro equipo, de nuestra co-inteligencia. Es vital que cada uno de nosotros tome cartas en el asunto y se involucre activamente en esta transformación.